Sube por la nariz y disloca los huesos cercanos al cerebro para brindarnos un grito de horror callado que se reduce a la nada delante de tantos humanos que nos conducen con ebrios golpes a esa rutina, a ese estremecimiento vulgar. Apremia el adormecimiento, nos jala por debajo de las caderas, nos obliga a estar quietos para no tambalear frente a los extraños, esos extraños disparos sonoros que nos mordisquean sin piedad; si les permitimos acercarse podrian hervir su locura en nuestra sangre caliente, si les permitieramos dormir a nuestro lado nos clavarian las uñas , los dientes , nos devorarian poco a poco como prostitutas baratas sin vocacion.
Como buitres se arranacarian los ojos para satisfacerse (porque el hambre apremia y la carne se descompone desde las entrañas donde se mecen las bacterias y arrullan alos que aun no nacen).
1.17.2006
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1 comentario:
Qué cálido!!
:)
te agradezco pasar por mi sitio.
saludos.
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