1.29.2009

La Decadencia.

"Hasta ahora las últimas dolencias conceptuales se han sacrificado en pequeñas dosis de sociedad."
Barniz hipócrita que recubre todas las instituciones burguesas: todas parecen productos de la moralidad -por ejemplo, el matrimonio, el trabajo, la familia, el orden, el derecho. Pero como todas están destinadas a la clase más mediocre de los hombres, a la que quieren defender frente a todas las excepciones y las necesidades de excepción, debe admitirse que en este caso es legítimo mentir mucho.


Las aguas de la religión disminuyen de caudal y dejan tras de sí pantanos y lagunas; las naciones se enfrentan de nuevo con viva hostilidad y buscan desgarrarse. Las ciencias, cultivadas sin medida y con la más ciega indiferencia, desmenuzan y disuelven todo lo que era objeto firme de creencia; las clases cultivadas y los estados civilizados se ven barridos por una corriente de negocios magníficamente desdeñosos. Nunca siglo anterior fue más secular, más pobre en amor y bondad. Los medios intelectuales no son sino faros o refugios en medio de este torbellino de ambiciones concretas. Cada día se vuelven más inestables, más vacíos de pensamiento y amor. Todo está al servicio de la barbarie que se aproxima, todo, incluso el arte y la ciencia de este tiempo.


Desvergüenza del espíritu moderno bajo todo tipo de disfraz moralista. - Los lemas son: la tolerancia (o sea, la incapacidad de decir ni sí ni no); la amplitud de la simpatía (un tercio de indiferencia, un tercio de curiosidad, un tercio de excitabilidad morbosa); la objetividad (falta de personalidad, falta de voluntad, incapacidad de amar); la libertad contra la regla (romanticismo); la verdad contra la falsedad y la mentira (naturalismo); el espíritu científico (el <<document humain>>; en alemán, la novela folletinesca y la adición en lugar de la composición); la pasión, es decir la confusión, la mezcla de los símbolos.


Comprender bien: todos los fenómenos de decadencia y dolencia han elaborado constantemente el sistema global de los juicios de valor; en los juicios que han llegado a ser dominantes, la decadencia ha triunfado; no sólo tenemos que luchar contra las secuelas de toda la miseria y decadencia actuales sino contra todo el atraso de la decadencia anterior, viva todavía. Semejante aberración colectiva, que ha alineado a la humanidad de sus instintos fundamentales, semejante decadencia general en la apreciación de los valores constituye el interrogante más grave, el verdadero enigma que el animal humano plantea al filósofo.


Extracto de EN TORNO ALA VOLUNTAD DEL PODER (F. NIETZSCHE).

1.16.2009

no hay alguien.

"...es preciso estar predestinado al laberinto." .F. Nietzsche.

Hay veces en que sentimos que no merecemos las cosas. Algunas particularidades. Como si nos encobijaramos en un vacío, para olvidar los vacíos del pasado. Nos aislamos y pensamos que las cosas que nos suceden están lejos de lo que ha sucedido o lo que sucederá. Al menos por un tiempo resulta inquietante la emoción de no saber si quiera que las cosas mas ínfimas en el día son el alimento necesario para despetar con los ojos lo necesariamente abiertos para filtrar la luz cegante de la vida sin sentido.

Estoy estático. Lo he sentido mucho tiempo. Quizá más estas últimas horas. He preferido caminar contigo en la lluvia, disimulando mi sudor y todas las funciones que intervienen con el agua y mi cuerpo. He pensado en el parque donde ibamos a conversar en las tardes de abril, como si recorrer algunas escenas solo me permitiera acoger nuevamente al laberinto. Pero me he dado cuenta que ya nisiquiera los demonios vienen por aquí...

Me pregunto como sonará tu voz, que historias contarías...c0n qué palabras empezarían tus cuentos...

La otra noche vi el mar otra vez. No conozco mucho el mar, sus regalos solo son golpes duros. Entregarse y defenderse a la vez. Pero de tanto en tanto, cuando pasas algunas olas, te sientes fuerte, porque lo importante no es necesariamente ser fuerte, sino sentirse fuerte...

dónde estás?...